Oh, cuanto amo yo tu ley ! Todo el día es ella mi meditación. SALMO 119 : 97

Oh, cuanto amo yo tu ley ! Todo el día es ella mi meditación. SALMO 119 : 97
La palabra de Dios tiene un poder increíble en ella que producirá frutos. Su palabra es una de las herramientas que el Espíritu Santo utiliza a fin de cambiarnos y transformarnos, así como cuando masticamos los alimentos y separamos los nutrientes, lo mismo pasa cuando meditamos en la palabra de nuestro Dios, debemos tomar el tiempo y pensar con profundidad en su palabra, un ejemplo si tenemos necesidad de sanidad debemos empaparnos sobre ese tema o conforme sea la necesidad que tenemos. El salmista David digo que había guardado la Palabra de Dios en su corazón para no pecar contra El. Así nosotros debemos confiar en que la palabra de Dios nos ayudará a apartarnos del pecado y pedir al Padre que nos ayude a comprender el poder maravilloso de su palabra y nos ayude a meditar en ella día y noche.
Porque quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta y calcula los gastos, a ver si tiene lo necesario para acabarla?


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