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Mostrando entradas de noviembre, 2018

Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. HEBREOS 12 : 6

Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. HEBREOS 12 : 6 Dios es el padre de nuestro Espíritu, pero eso cuando Él nos disciplina o nos corrige lo sentimos en nuestro Espíritu, sentimos pesar, o cómo se menciona en la Biblia, es como una tristeza que proviene de Dios, cuantas veces nos pasa que ofendemos al hermano con un pensamiento, o cuantas veces juzgado equivocadamente a las personas olvidándonos que el único que puede juzgar se llama Jesucristo, pues Él es el único que conoce nuestros corazones. Y es ahí cuando El Espíritu Santo utiliza la herramienta espiritual en nuestra vida, y así ayudarnos a permanecer en el camino correcto, y es de bendición para nuestras vidas saber sentir pero también reconocer cuando nuestras acciones no son agradables a nuestro Dios. Y nos da la oportunidad de arrepentirnos pedir perdón, y así volver a nuestro camino y tomar la dirección correcta, pero con un corazón limpio y agradable a nuestro Dios. Porque como

Sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne. ROMANOS 13:14

Deberíamos preocuparnos más por lo que Dios piensa de nosotros, que por lo que gente piense de nosotros. Dios mira nuestro corazón, pero el hombre mira solo la apariencia exterior pues no importa cuál sea el éxito que tengamos, o que tan atractivos seamos. Pues lo que realmente importa es desarrollar un carácter santo a fin de poder glorificar al Padre. Porque la palabra de Dios nos dice en 2 de CORINTIOS 3:8 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. Deberíamos preocuparnos más por lo que Dios piensa de nosotros, que por lo que gente piense de nosotros. Dios mira nuestro corazón, pero el hombre mira solo la apariencia exterior pues no importa cuál sea el éxito que tengamos, o que tan atractivos seamos. Pues lo que realmente importa es desarrollar un carácter santo a fin de poder glorificar al Padre. Porque la palabra de Dios nos dice en 2